Un hombre viajaba continuamente de pinillos a magangue vendiendo toda suerte de alimentos y frutas hermosas . A grandes voces y en medio del jugueteo entre el y las gentes de por aquí ,el hombre divertía a todos con sus historias absurdas de como adquiría los productos, hasta el punto convencer a los compradores de que lo que se llevaban eran objetos maravillosos.
Unas tardes mientras anunciaba a gritos la venta de unas naranjas que ,según el, poseían la esencia del amor eterno, descubrió para su fortuna la presencia de una bella mujer con el pelo recién enjuagada que caminaba despreocupada. El hombre entablo conversacion con la muchacha y, ambos se vieron profundamente atraídos . Ella se llamaba Greta y era hija de un severo e inabordable comerciante de arroz. Sus hermanos ,que jugaban el secreto papel de vigilantes de los pasos de la muchacha ,al darse cuenta de que Greta era atraída cada vez mas por las frases pomposas del hombre ,dieron la voz de alarma a su padre. La pobre muchacha se sintió arrinconada con las voces de sus hermanos contándole todo a su padre . Su padre le ordeno a la muchacha que no vuelva al mercado, sin la compañía de sus hermanos .
Una tarde la muchacha no obedecio las ordenes de su padre, decidió escapar de su hogar con el hombre. El hombre iba a embarcar ese mismo día a la noche, la muchacha un poco confundida, y perdida en los ojos hombre , le dijo que si .
Su padre nunca supo nada de ella ,le habían comentado que la vieron por Argentina, Uruguay, Chile .En fin nadie dijo, ni supo nada.
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